El pensamiento crítico es una de las habilidades tradicionalmente considerada esencial para la vida y el trabajo, especialmente en contextos de alta incertidumbre y abundancia de información. como el que estamos viviendo.
Ok, pero…. ¿de qué hablamos cuando decimos “pensamiento crítico”?
Con pensamiento crítico nos referimos a la capacidad de cuestionar y evaluar ideas y soluciones (OCDE, 2016). Esta definición engloba componentes de metacognición, habilidades sociales y emocionales (reflexión y evaluación dentro de un contexto cultural), e incluso actitudes y valores (juicio moral e integración con los propios objetivos y valores), dependiendo del contexto. Las habilidades de pensamiento crítico se ven afectadas tanto por las experiencias escolares tradicionales como por las experiencias fuera de las aulas.
Las dimensiones que conforman esta habilidad podrían resumirse en:
Resolución de problemas: relacionado a la capacidad de toma de decisiones.
Flexibilidad cognitiva: es la capacidad de modificar la propia perspectiva en función de una nueva y relevante información.
Creatividad: el proceso a través del cual uno desarrolla nuevas ideas, enfoques o información.
Pensamiento sistémico: refiere al análisis, procesamiento, síntesis y orden de información, con el fin de demostrar/justificar enunciados y procedimientos lógicos.
El pensamiento crítico es una habilidad cognitiva de orden superior y comprende el razonamiento inductivo y deductivo, y es una capacidad vinculada con resolver problemas, tomar decisiones y aprender nuevos conceptos.
Si crees que es una habilidad que tienes que desarrollar más… tenemos una buena noticia: ¡puede ejercitarse! Existen técnicas para desarrollar el pensamiento crítico, por ejemplo, las rutinas de pensamiento visible del proyecto Zero de Harvard.
Algunas estrategias y actividades para desarrollar y potenciar el pensamiento crítico en entornos educativos y laborales son:
Rutina de las 4 C (connections, challenges, concepts and changes): estructura para abordar un texto y poder construir conexiones, hacer preguntas, identificar ideas clave y considerar posibles aplicaciones.
Árbol del problema: se utiliza para identificar una problemática y una estrategia para resolverla.
Mapas conceptuales: diagrama que ayuda a entender un tema en especifico al visualizar las relaciones entre las ideas y conceptos.
V de Gowin: es una técnica heurística y metacognitiva que facilita el aprendizaje a través de los elementos teóricos y metodológicos que interactúan en el proceso de la construcción del conocimiento, para la solución de un problema.
Análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas)
A su vez, las personas con pensamiento crítico tienen más probabilidades de ser autosuficientes y responsablemente activos. Por otro lado, un estudio realizado por la Universidad de Chicago expresa la estrecha relación entre quienes demostraron mejor desarrollo de esta habilidad en la escuela secundaria y luego acceden a empleos calificados y prosperan en la economía global.
Si te interesa conocer acerca de tus propias habilidades, te proponemos que tomes una pausa para realizar el Test de perfiles de OCDE, que te permitirá conocer qué habilidades necesitas para estudiar o trabajar en lo desees.