Por primera vez en la historia, una obra generada por inteligencia artificial (IA, por sus siglas en español) ganó el primer puesto en un concurso. Sucedió en 2022, en la Feria Estatal de Colorado, Estados Unidos. Los artistas lo interpretaron como una injusticia y reclamaron con indignación. Mientras tanto, una incógnita quedó expuesta: ¿podrá la IA reemplazar la creatividad humana?
El sistema más conocido es DALL-E, desarrollado por OpenIA: crea imágenes a partir de una narrativa o una descripción. Por ejemplo, si uno escribe en la plataforma “Un dibujo de un elefante con sombrero, que anda en bicicleta, en un estilo cubista”, la obra estará a solo un click de distancia. Puede, además, expandir imágenes por fuera de sus límites originales, editarlas o recrearlas en distintos estilos. Las nuevas imágenes se basan en patrones, modelos predictivos, ingeniería informática, ciencia de datos y diseño de algoritmos. Cualquier usuario de Internet puede usar la herramienta de manera gratuita y descargar las imágenes generadas, que son libres de derechos.
En su newsletter, el cantante Nick Cave argumentó: “Quizás con el tiempo la IA pueda crear algo que no se distinga de una canción original, pero siempre será una réplica, una especie de burlesque". Asimismo, hizo referencia a la posibilidad (o no) de reproducir emociones: “Las canciones nacen del sufrimiento y los algoritmos no pueden sufrir".
El temor que sobrevuela el asunto es qué consecuencias traerá en los empleos. De hecho, el tecnólogo Santiago Bilinkis afirma que el 50% de los trabajos van a desaparecer. Pero es optimista: “Está lleno de profesiones que ya no existen más. ¿Dónde están las faroleras que prendían los faroles con antorchas antes del alumbrado eléctrico? La farolera no tropezó, se fue a buscar otro laburo”, explicó en IP Noticias.
Bilinkis mencionó un tema clave: el reemplazo no es un problema. Si lo que preocupa es la reducción del empleo, advirtió que los cambios serán sutiles, lo que significa una ventaja: dará tiempo a reinventar el mercado laboral, con orientación al reskilling y un enfoque en el aprendizaje continuo.
Pero volvamos a las nuevas IA: del mismo modo que se producen imágenes con inteligencia artificial, existen programas que generan textos: de hecho, el prólogo del libro ¿Cómo piensan las máquinas? de Fredi Vivas fue escrito con IA. Además, hay algunos que se especializan en diálogos, como Chat GPT, también desarrollado por OpenIA.
En este mismo camino, Google diseñó LaMDA, una herramienta que puede mantener conversaciones fluidas con humanos. Fue testeado por Blake Lemoine, un ingeniero especializado que aseguró que la plataforma tenía conciencia: “Si no supieras de qué se trata, pensarías que es un chico de siete u ocho años que sabe mucho de física”, indicó en el Washington Post.
Para los expertos, hay al menos una certeza: lo relevante de las creaciones de la IA son las facilidades que les puedan aportar al humano. “Hay líneas telefónicas cuya función es ayudar a la gente que funcionan con IA. Está demostrado que la gente se abre más de esta manera porque se siente menos juzgada. Entonces, ¿qué es lo valioso? ¿Que sea humano o el efecto que produce? Ahí entendés por qué en Japón existen robots de compañía”, destacó Fredi Vivas en el podcast La cruda, de Migue Granados.
¿Y tú? ¿Ya probaste alguna de las IA que están disponibles? En Eidos Global hemos comenzado a “jugar” con algunas, aquí te dejamos algunos resultados.
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